Cada septiembre o a principios de año solemos estrenar una agenda personal con toda la ilusión del mundo. Empezamos fuertes, llenando sus páginas de planes, listas y recordatorios… Pero, con el paso de los meses, muchas veces se queda olvidada en un cajón ¿Te ha pasado? A mí también.
La razón más probable es que no se trata de falta de fuerza de voluntad, sino de encontrar un método que nos motive de verdad. Si no te motiva utilizar tu agenda se quedará guardada en un cajón.
Hoy vamos a ver algunos consejos prácticos para que tu agenda te acompañe durante todo el año y no la abandones a mitad de camino.